dilluns, 30 de juny del 2008

Soluciones a la "desaceleración"

Esta semana el presidente del gobierno nos dará las claves de las actuaciones de su ejecutivo para frenar esta "desaceleración moderada". Lo que han hecho y lo que van a hacer.
Sigo convencido de la incapacidad de los políticos que tenemos para afrontar una situación como la actual.
Digo "incapacidad" por no decir "incapacidad voluntaria con mala leche" y poca visión de futuro. Las legislaturas duran cuatro años, y eso es lo que les preocupa realmente a los brillantes políticos que gobiernan y han gobernado este país.
Una situación de crisis económica como esta era difícil de prever, me lo puedo creer. Pero hace ya un par de añitos que el precio del barril sube y sube, hace unos cuantos añitos más que los malvados y confabuladores advierten del posible pinchazo de la "burbuja inmobiliaria", da igual el nombre que le pongamos.
El caso es que había unos cuantos, y no pocos que se estaban forrando a costa de subir y subir los precios de la vivienda. No vale decir que como se vendían, pues subíamos los precios, sin más razonamiento ni análisis de las causas reales de la posibilidad de asumir por parte del mercado tal cantidad de productos terminados.
Los malos de la película no son ni los bancos, ni los constructores, ni los promotores, son un poco todos. Cada uno ha puesto su granito de arena.
No es cuestión en un mercado libre y moderno practicar el intervencionismo desde el gobierno de turno, pero sí había que haber analizado el asunto y tomar medidas a pequeña y gran escala.
Medidas no contra la construcción, si no en otro sentido. No vas a limitar un crecimiento tan importante, pero tampoco regales posibilidades dejando de lado los demás sectores que vertebran la economía del país.
¿Hacía falta recalificar tanto?
¿Centramos nuestra economía en el ladrillo?
¿Nos olvidamos del turismo?
¿Para qué nos vamos a preocupar de que la agricultura funcione? con subvencionarla es suficiente.
No sé, creo que son preguntas que un gobierno debe hacerse cuando las cosas van tan bien.
Es tarde hacerse estas preguntas ahora, ahora toca cerrar el grifo y ajustarse el cinturón.
No sé cuáles serán las medidas del gobierno, pero como tengan la misma brillantez y magnitud que las tomadas por Esperanza Aguirre la semana pasada, la cosa va a ser de morirse, y no de la risa precisamente.
Pienso que el ciudadano de a pié va a sufrir esta crisis con más severidad de la que nos quiere dejar ver el gobierno.
Tener una hipoteca es estar condenado a pasarlas canutas un par de añitos, con suerte. Eso los que las puedan pagar y no de declaren en bancarrota. Pienso en los que apretándose el cinturón apuntaron a una cuota bastante ajustada a sus ingresos y ahora no pueden pasar un agujero más al cinturón, y qué hacen. De acuerdo, no habría que apurar tanto en los cálculos de la economía familiar, pero todo iba bien, y apuntaba buenos tiempos, ¿o no?
Miles de casos de gente que han utilizado la hipoteca para vivir mejor, tener más y ser igual que sus vecinos los de las zonas pudientes de la ciudad. ¿Y ahora que hacen? Ahora, ya poco, antes a lo mejor alguien tenía que haberles preguntado si podrían pagar tanto si las cosas iban mal, al menos haber hecho la reflexión.
Distinto son los casos excepcionales, de gente que habiendo hecho su buena previsión, simplemente no han podido controlar otras circunstancias.
Por ejemplo, pensemos en una pareja joven, se rascan el bolsillo y dan una entrada para una casa de nueva construcción, hacen sus cálculos y todo se ajusta, incluso tienen margen para llevar una vida cómoda y ociosa, como corresponde a nuestra edad. Bien, pues un par de años después de haber abonado religiosamente sus cuotas, de haber esperado con ilusión, de haber estado pagando además de las cuotas el alquiler de un pisito, pues uno de los dos desaparece de la ecuación. ¿Y ahora qué?
El que se queda, tiene que poner a la venta su ex-futuro-hogar, y resulta que no es el único piso que está a la venta, además se venden muy mal, en tiempo y precio. El mercado está copado.
Y tantas variaciones sobre el tema como se nos ocurran, no todo el mundo es un loco que no calculó lo que podía pasar si le subían medio puntito el Euribor, aunque hay unos cuantos que rozan el encierro psiquiátrico.
No tengo muchas esperanzas en una serie de medidas de un gobierno que no ha sido capaz de reconocer algo más que una desaceleración, que ha regalado 400 euros a todo el mundo, bueno en realidad no, pero ese es otro tema, como medida electoralista. Hoy en día 400 euros no sacan a nadie de pobre y en cambio sí vacían las arcas del estado.
No creo en la eficacia de unas medidas de alguien que ha negado la realidad tanto tiempo en vez de ponerse en marcha y dedicar sus fuerzas y energías a la solución.
No nos queda otra que sobrevivir a ésta como hemos hecho siempre, con austeridad y sin alarmismos, con cabeza y trabajo. Suerte que el estado al final depende de lo que haga el pueblo, y no tanto el pueblo de lo que hagan ellos.

2 comentaris:

Anònim ha dit...

Amen hermano. De acuerdo en todo. Estamos actualmente en un momento dificil, y toca apretarse el cinturon mas y mas. Por suerte es un ciclo y segun expertos estamos llegando a lo mas bajo, esto supone que en un par de años empezaremos a subir de nuevo. (o al menos eso nos hacen creer). Amigos, hay que apretarse, por nuestro bien y el de los que vienen detras nuestro. ¡Suerte!.

Marc Gil ha dit...

Es que, Pau, som un país de pandereta. Au, tenim crèdit barat? Doncs vinga a demanar i els bancs a donar-lo.

Ui, ui, com ens agrada en general dir que som els més llestos de la classe, que tenim una casa més gran, un cotxe més potent i una tia més bona al nostre costat. Ens encanta, encara que en el fons sabem que no ho podem pagar i estem fent la pilota de les deutes cada vegada més i més gran. Mentrestant, els bancs contents d'anar donant hipoteques...Alegria!!

Ara ve l'hòstia.

Que ens agafin confesats.